El antiséptico bucal es usado de manera rutinaria en dentífricos, enjuagues bucales y/o colutorios, para combatir el desarrollo de patologías y afecciones bucodentales.
Su uso común es debido a que se consideran esenciales ante la protección de la microbiota oral y la remineralización de los tejidos dentales, por medio de sus efectos antibacterianos, antifúngicos, antisépticos, antibióticos, astringentes y antiinflamatorios.
Si quieres conocer qué tipos de antisépticos bucales existen, cuál es el mejor para ti o cómo se deben utilizar, ¡sigue leyendo este post!
¿Qué se conoce como antiséptico bucal?
Los antisépticos son sustancias químicas naturales o artificiales, creadas con el fin de inhibir las bacterias que ocasionan patologías en la cavidad oral como la caries y las enfermedades periodontales.
Cada uno posee una posología diferente, por lo que se sugiere seguir las indicaciones establecidas en las instrucciones para lograr la máxima efectividad o las recomendadas por el especialista a cargo de tu caso.
Un buen antiséptico debe tener un mecanismo de acción veloz y ser capaz de llegar a las superficies de difícil acceso, las mismas que, tras un cepillado rutinario, resultan complejas llegar.
Tipos de antisépticos bucales
Los antisépticos dentales actúan sobre la placa dental de múltiples formas, evitando su adhesión y deteniendo y/o retrasando la proliferación de agentes y/o microorganismos nocivos para la salud bucal.
No obstante, para que su uso sea adecuado, se debe cumplir con las dosis prescritas por el odontólogo con la intención de no lesionar la mucosa oral o hacer desaparecer la microbiota.
En la actualidad, hay diversos tipos de antisépticos usados para controlar la placa dental y se catalogan en función de su composición química. Entre ellos se encuentran:
Clorhexidina
Es el antiséptico más potente y más implementado en las clínicas odontológicas y rutinas cotidianas, debido a que priva y erradica la formación de la placa bacteriana en los tejidos epiteliales que cubren superficialmente el interior de la boca, la lengua y órganos dentales. Además, también es efectiva contra la gingivitis.
No obstante, se debe considerar su uso porque si es utilizada por un periodo prolongado (más de siete días consecutivos), puede pigmentar las piezas dentales y hasta variar el sentido del gusto, en especial, si después del enjuague ingieres café, té y vino tinto, o si fumas.
Paralelamente a ello, se pueden encontrar en distintas concentraciones:
- 0,05 % , que es la dosis considerada para empleo rutinario y/o mantenimiento.
- 0,12 % y/o 0,20 %, que es la dosis destinada únicamente para tratamientos específicos y se utilizan durante cortos periodos de tiempo.
- Povidona yodada
Es un agente bactericida y fungicida, lo que significa que únicamente funciona como desinfectante gracias al yodo, por lo que no combate la formación de placa bacteriana tan eficazmente, si no procesos puntuales de infecciones y/o afecciones leves, como por ejemplo:
- Aftas.
- Pequeñas úlceras.
- Mal aliento.
- Afonías.
- Ronqueras.
Se debe usar preferiblemente bajo supervisión médica-odontológica y tener suma precaución en personas embarazadas y/o lactando, pero, sobre todo, está estrictamente contraindicado en personas con problemas de tiroides o que se encuentren en tratamiento con litio.
Triclosán
Es un enjuague bucal de uso diario con acción antiinflamatoria y antibacteriana, y, en comparación con la clorhexidina, no produce manchas en el esmalte y lo hace un producto idóneo para el uso diario.
El triclosán pertenece a los dentífricos y colutorios debido a su efectiva actividad frente al control de biofilm, por lo que es un producto eficaz antibacteriano y antimicrobiano.
Su utilización regular previene la halitosis y protege las piezas dentales de la proliferación de bacterias en los surcos y fosas de las caras oclusales.
Hexetidina
Es un compuesto antiséptico bastante eficaz ante problemas bucofaríngeos y odontológicos. Este suele indicarse tras intervenciones quirúrgicas, puesto que acelera la cicatrización de heridas y también ayuda a disminuir la halitosis.
Flúor
Este componente también tiene actividad antimicrobiana, en especial, antibacteriana y anti placa. Esto quiere decir que ayuda a reducir la cantidad de bacterias, tanto positivas como negativas, y previene los procesos de desmineralización.
Las bacterias son conocidas como aquellos microorganismos y/o agentes nocivos para la salud bucodental, los cuales, si se proliferan y agrupan, pueden ocasionar diferentes patologías como caries, gingivitis y periodontitis, entre otras patologías bucodentales.
¿Qué antiséptico oral es el más adecuado para mí?
Como te habrás dado cuenta, existen muchos tipos de antisépticos bucales dependiendo de sus diversas funcionalidades y usos. Sin embargo, la elección de uno u otro va a depender de tres factores esenciales:
- La patología y/o afección que se requiera solucionar.
- El estado y tipo de gravedad en la que se encuentre tu cavidad bucal.
- La sintomatología que estés presentando.
Por ello, lo ideal es que el odontólogo a cargo de tu caso determine, a través de un diagnóstico exhaustivo y diversas pruebas, aquel o aquellos antisépticos necesarios, acorde a tus necesidades y nivel de afección, pero si tu problema corresponde a:
- La aparición de incómodas aftas o afonía prolongada en el tiempo, la mejor opción sería la povidona yodada o Betadine bucal (siempre y cuando no sea de manera diaria).
- En cambio, si tu intención es mantener una buena higiene bucal para evadir la formación de sarro y problemas dentales futuros, sin lugar a dudas la mejor opción sería la clorhexidina o el triclosán (en sus diversas presentaciones).
Recomendaciones para utilizar antisépticos bucales
A continuación, destacamos algunas recomendaciones para utilizar antiséptico dental:
- Usa solamente el enjuague bucal que te recomiende el especialista de tu caso.
- Utiliza el antiséptico SIN diluir en nada, puedes guiarte tomando como referencia la tapita del frasco, lo ideal es llenarla completamente con la cantidad necesaria.
- Enjuaga tu boca aproximadamente durante treinta o cuarenta segundos, después del cepillado y el uso del hilo dental. Esto evitará que se pierda el producto.
- Utilízalo antes de irte a dormir, de esta manera, su efecto perdurará durante tus horas de sueño sin interrupción alguna.
- Respeta tus rutinas de cepillado y uso del hilo dental, el antiséptico no suple a los dos primeros, simplemente los complementa.
- No uses antisépticos en niños menores de cinco años, debido a que pueden tragar cantidades importantes de líquido por accidente y sufrir intoxicación inmediata.
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